Julio Benítez, hijo del legendario torero Manuel Benítez 'El Cordobés', comparte sus reflexiones sobre su legado familiar y sus experiencias en el mundo del toreo. En una reciente celebración celebrada por Silbon en Córdoba, habló sobre sus emociones, la presión de estar a la altura de su padre y su relación con su hermano, Manuel Díaz.

Julio Benítez revela su pasión por el toreo y la presión de ser hijo de 'El Cordobés'

La influencia de la figura paterna en la carrera de Julio Benítez

Desde que era niño, Julio Benítez sintió una profunda admiración por su padre, cuyo impacto ha sido clave en su trayectoria como torero. Recuerda cómo veía las cintas de las actuaciones de su padre una y otra vez, revelando que incluso las desgastó. Para él, la figura paterna ha sido fundamental, y aunque reconoce la presión que conlleva vivir a la sombra de un gigante como su padre, intenta demostrar su propia esencia y estilo al enfrentar al toro.

Las emociones y retos al enfrentarse al toro

Julio describe la experiencia de torear como algo que mantiene siempre esa emoción, las "mariposas" en el estómago antes de salir a la plaza. A pesar de los años de experiencia, siente que nunca se acostumbra del todo a la responsabilidad de estar frente al toro, lo que demuestra su pasión y compromiso con este arte. Considera que la autenticidad es crucial en el toreo, ya que el toro refleja quién realmente eres.

La relación renovada con su hermano Manuel Díaz

El torero también comentó sobre su relación con su hermano, Manuel Díaz, quien el año pasado tuvo un emotivo reencuentro con su padre tras más de cincuenta años de separación. Julio se siente feliz y orgulloso de haber podido normalizar esta relación familiar, recordando que en esta situación no hay culpables ni inocentes, y es vital tenderse la mano mutuamente.

El legado de un torero y sus próximos desafíos

A pesar de los desafíos y la presión que implica ser hijo de una leyenda, Julio se mantiene optimista y enfocado en su carrera. Se siente motivado para seguir participando en más corridas y continuar contribuyendo al legado familiar en el mundo del toreo, sin perder de vista su propia identidad como torero.