Frances Helen Manners, conocida como la duquesa de Rutland, falleció a los 86 años en enero de este año en su castillo de Belvoir. Nueve meses después de su muerte, se ha revelado el contenido de su testamento, que muestra una distribución inusual de su herencia entre sus descendientes.

El testamento revelador de la duquesa de Rutland y su fortuna de 6,7 millones de euros

Una vida aristocrática marcada por la discreción

Frances Manners, esposa de Charles Manners, el décimo duque de Rutland, tenía profundas raíces en la aristocracia británica. Hija del estadounidense Carlos Francisco Sweeny y la aristócrata Margaret Campbell, su vida estuvo marcada por las tradiciones nobiliarias. Conocida por su carácter reservado, Frances rara vez acompañaba a su esposo durante sus escapadas a Ibiza y prefería mantener un perfil bajo en la sociedad.

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Legados personales en vez de división equitativa

A diferencia de la costumbre de dividir su fortuna de 6,7 millones de euros de manera equitativa entre sus cuatro hijos, la duquesa optó por legados individuales. A su hija, Lady Theresa, le dejó 6.000 euros, así como a sus nietas Lady Violet, Lady Alice y Lady Eliza Manners. Este enfoque resalta la singularidad de su testamento, que ha sido comparado con las intrincadas tramas de las novelas de Jane Austen.

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Legados adicionales y la continuidad familiar

Además de legar a sus descendientes, Frances también dejó sumas para su personal, incluyendo 2.400 euros para su criada principal, la señora Dorothy Plowright, y 12.000 euros para Stephen Mellor, quien recibió junto con su legado un perro, si es que poseía uno en el momento de su muerte. La mayor parte de su herencia quedará en fideicomiso para su nieto, Charles Manners, asegurando el futuro del legado familiar en Belvoir, donde reside la familia del duque David. Al preguntarle al duque sobre la distribución de su herencia, afirmó que no le sorprendía la decisión de su madre.