Ana Cristina Portillo ha celebrado su boda con Santiago Camacho en una ceremonia única en Jerez de la Frontera, marcada por su estilo y elegancia. Rodeada de familiares y amigos, la diseñadora ha conseguido que su gran día sea inolvidable para los más de 400 asistentes a la catedral.

El deslumbrante look nupcial de Ana Cristina Portillo en su boda con Santiago Camacho

Un evento soñado que combina moda y emoción

La artista de la moda, Ana Cristina Portillo, anunció su compromiso con Santiago Camacho en abril, y después de meses de intensos preparativos, finalmente celebró su matrimonio. La boda se ha transformado en una pasarela de moda, con 29 invitadas luciendo sus creaciones. Entre ellas, estuvieron sus tres hermanas, junto con sus mejores amigas y testigos, lo que añade un valor sentimental al evento. Organizar una boda en tan poco tiempo, especialmente durante el verano, fue un desafío, pero Ana Cristina logró llevarlo a cabo con éxito.

Un toque especial en el peinado y maquillaje

Ana Cristina deslumbra con un vestido de Jorge Acuña, inspirado en la Grecia clásica, y un look de belleza cuidadosamente elaborado. Su amigo Víctor del Valle, reconocido estilista de Sevilla, se encargó de su peinado y maquillaje. Con más de tres años de experiencia trabajando juntos, Víctor conoce perfectamente los gustos y rasgos de la novia, lo que se tradujo en un estilo que resalta su belleza natural.

Un peinado que evoca la elegancia clásica

El peinado de Ana Cristina fue diseñado para resaltar su rostro, con un acabado limpio y texturizado que recuerda a la estética greco-romana. Víctor destaca que el peinado debe adaptar a la cara pequeña de la novia, manteniendo el cabello alejado del rostro. La elección de un estilo que honra a las mujeres de la aristocracia de la época clásica fue intencional, reflejando el gusto exquisito de Ana Cristina.

Un maquillaje sutil que realza la belleza natural

El maquillaje se diseñó para acentuar la frescura de la piel de Ana Cristina. Usando tonos cálidos de tierra y marrón, Víctor realzó sus ojos oscuros, destacando su mirada sin recargar su rostro. Un tono nude de Dior en los labios y un toque de rubor en las mejillas completaron un look que prioriza la naturalidad y la elegancia, fiel a su estilo personal.