Ana Cristina Portillo muestra su vestido de novia único antes de casarse en la Catedral de Jerez
Ana Cristina Portillo, a punto de casarse con Santiago Camacho, expresa su deseo de ser auténtica en su boda. Se casa en la Catedral de Jerez, un lugar con gran significado para ella. Su vestido, inspirado en la Grecia clásica y diseñado por su amigo Jorge Acuña, destaca por su asimetría y bordados en plata. La ceremonia es un momento emotivo rodeada de su familia, donde también se refleja la herencia de su madre.
Ana Cristina Portillo, la hija del recordado fotógrafo Fernando Portillo y de la icónica Sandra Domecq, ha celebrado su boda con el ingeniero industrial Santiago Camacho en la Catedral de Jerez de la Frontera. Este significativo lugar alberga recuerdos entrañables para la pareja y representa una conexión profunda con su familia.
La unión en un lugar lleno de nostalgia y amor familiar
La ceremonia se llevó a cabo en la misma catedral donde Ana Cristina fue bautizada y recibió su primera comunión, simbolizando un vínculo significativo con sus tradiciones familiares. El empresario Fernando Portillo actuó como padrino, llevando a su hija al altar en un momento cargado de emoción. Ana Cristina expresó hace pocos días durante la celebración del 80 aniversario de ¡HOLA! que compartir momentos junto a su padre, especialmente mientras se probaba su vestido, ha sido una experiencia entrañable para ambos.
Un vestido que refleja su estilo personal
Ana Cristina eligió un diseño único para su vestido de novia, elaborado en muselina de seda con un cuerpo asimétrico drapeado. Este vestido, adornado con bordados en plata realizados a mano y acompañado por cuatro amplias capas traseras, destaca por su originalidad. Inspirada en la estética de la Grecia clásica, la novia quería que su atuendo reflejara su personalidad y estilo, logrando un equilibrio perfecto entre elegancia y modernidad, como destacó el diseñador Jorge Acuña.
Colaboración entre amigos en un día especial
La diseñadora y artista, amiga cercana de Ana Cristina, fue quien se encargó de confeccionar su vestido. Al compartir la noticia de su compromiso con ella durante la Semana Santa, se sintió honrada de crear una prenda que sintetizara su esencia. La relación entre ellas se consolidó a través de las hermanas de la novia, Claudia y Eugenia, quienes también habían contado con los servicios del diseñador en diversas ocasiones. Comparte que al conocer a Ana Cristina, fue impactado por su madurez y belleza, lo que cimentó una amistad que ha perdurado a lo largo del tiempo.